martes, 20 de julio de 2010

¿Quién eres, Eva?

Siempre quise parecerme a muchos de mis amigos, más arriesgados que yo, menos tímidos, o sencillamente con agallas para dar nuevos pasos en la vida y luchar abiertamente por lo que quieren. Cuando estaba en situaciones complicadas, me vestía con trajes ajenos y usurpaba personalidades metamorfoseando la mía propia, ocultando mis verdaderos miedos.

Gracias a Jesús David Curbelo conocí a Eva y lo primero que vi fue "el rojo de sus ojos". Me encantó su personalidad desinhibida y sin prejuicios. Una mezcla de placer y sensualidad infinita recorriendo cada una de sus curvas. Eva se toca, se humedece, palpita, tiembla y se relaja. Se sabe única y eso la convierte en un personaje con el cual me disfrazo en mis momentos más íntimos. Ella me sonríe y lo agradece, y yo le dedico muchas de mis letras.

Eva es parte de mí, como yo soy parte de Eva. Crecimos juntas, maduramos juntas en medio de un caluroso ambiente, lleno de morbo y prejuicios. Creamos historias juntas, Eva volando junto al demonio de su sangre con la fruición de no sentirse culpable y yo frenando sus impulsos sin recortar sus alas, para que el éxtasis quede visible pero escondido donde solo lo puedan hallar los iguales a nosotros.

Ahora comenzaremos este viaje. No sé cuánto dure, ni lo que piensen los demás, pero siempre estaremos juntas, Eva y yo, viviendo en un mundo que muchas veces nos juzga por lo que sentimos sin valorar lo que somos.

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