domingo, 30 de enero de 2011

Dicen en el pueblo que se ha(n) vuelto loca(s)

"Ana la campana, toca, toca y toca, 
dicen en el pueblo que se ha vuelto loca"
Ada Elba Pérez


María Olga fue única en su tipo hasta los últimos días de su vida. Antes de morir, María trajo al mundo una pequeña niña a la que bautizó como Ángela Rebeca, marcándola desde su nombramiento con la dualidad existencial de llevar dos nombres tan diferentes.

Desde pequeña, Ángela fue todo lo perfecta que se puede llegar a ser. Asistió regularmente a la escuela, saludaba a los vecinos, ayudaba a los ancianos. Sin embargo, Rebeca resultó ser arisca y rebelde, se reía de los demás niños, abusaba de los animales. Era la jefa de la pandilla de los "descalzos" y la primera en entrarse a golpes con las pandillas de los otros barrios. El padre de Ángela Rebeca, un hombre al cual sobresalir no le resultaba muy grato, se sentía orgulloso de Ángela su hija buena que se convirtió en abogada, pero despreciaba abiertamente los piercings y las fachas extrafalarias de Rebeca. Cuando la descubrió fumando mariahuana con los amigos del barrio descargó en ella su furia de años siendo lo más fosforencente de una calle tan gris. 

Esa noche, Ángela curó la boca rota y demás moretones de Rebeca, lloraron juntas el dolor de la incompresión y el rechazo. Entonces se sintieron tan cerca, tan complementarias, que se descubrieron desnudas ante el hechizo de una doble femeneidad en un solo cuerpo. No hubo preguntas ni etiquetas, no miraron el pasado ni el futuro, no condenaron a los que desaprueban. Solo rodaron, se estremecieron y gimieron ante la muchedumbre asombrada que observaba el resplandor fosforescente de aquella casa. 

Ese amanecer huyeron juntas con "El tratado de Derecho Civil" en la maleta y un cigarro en la boca. Iban con paso apretado y desafiante, cogidas de las manos andando hacia el horizonte. Detrás dejaban una vida normal, un pueblo gris y una campana loca que sonaba sin que nadie la pudiera parar.   

2 comentarios:

  1. me gustó mucho, y la frase inicial que escogiste también, mira me recordó una cansión de Fito: Las tardes del sol, las noches del agua

    ResponderEliminar
  2. Escuché la canción y está muy bonita, me gustó mucho...

    ResponderEliminar