domingo, 23 de enero de 2011

Mis insomnios compartidos

Tengo insomnios "cómplices". Se preguntarán porqué adiciono un adjetivo tan misterioso a un sustantivo tan molesto. Pues la falta de sueño es producto de "algo" que punge por salir de mí. Hay quien lo llama musa, inspiración o mariposas en la cabeza. Y me levanto, pongo los dedos sobre el teclado, escucho alguna canción coherente con las piernas en movimiento de las musas, la inspiración que respira y la brisa que despide el revolotear de los insectos.

Y entonces Eva se sienta junto a mí, desnuda, mordiéndose el labio inferior en espera de mi primera palabra. El teclado se convierte en piano, y las letras comienza a salir convirtiendo el relato en una pieza tocada a cuatro manos increíblemente acompasadas. "Habla del erotismo" me dice. Yo le increpo un poco dudosa "¿No te parece que hay demasiado sexo navegando por estas aguas?". Eva se encrespa, y me mira entre aireada y divertida.

-"¿Que hay de transcendental en la sexualidad cruda que no llena los sentidos?. De ese aire mediocre y comercial está lleno este océano, la atmósfera y trasciende a la estratosfera. Pero, de la magia que convierte un roce casi imperceptible en un torrente de emociones, o el placer de escuchar sonidos que nos tocan en lo profundo del estómago, eso si escasea en el mercado".

Y tienes razón, Eva, solo muy pocos orientan su camino guiados por los sentidos como otrora hicieran los marineros con las constelaciones y estrellas. Esos viven la vida a través de las emociones, del placer, del dolor. Por eso ríen y lloran, y explotan al mismo tiempo, sin barreras de contención ni máscaras que los protejan de la censura. Como Eva, que vive y lucha por una vida que la deja exhausta de tanto sentimiento revuelto, con el erotismo como bandera y escudo.

Pero el mundo real no está preparado para Eva y Eva no está preparada para salir al mundo. Por eso se esconde detrás de mis manos y mira de soslayo a la pantalla de la computadora, por miedo a descubrirse desnuda en un mundo que no la aceptaría tal como es. Por eso me pide que contribuya a convertir tanto sexo burdo y prejuicio absurdo en barco seguro para que naveguen sus pasiones. Y entonces Eva podrá salir de detrás de su ventana y todos verán sin críticas "sus ojos rojos".

2 comentarios:

  1. Tenemos que quitarle la internet a Eva XD

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  2. Creo que Eva y yo sin internet no somos nada, o puede que si pero la extrañaremos como se extraña a un ser querido, jajaja...

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